martes, 6 de marzo de 2012

"El niño lobo"

Marcos Rodriguez Pantoja, conocido como el niño salvaje de sierra morena, nació en 1946 en un pequeño pueblo de la Sierra de Córdoba, Añora. Cuando este solo tenia 7 años, su padre, con una difícil situación económica, lo vendió a un pastor, una persona extraña y salvaje, con el que apenas mantenía ni siquiera conversación. El hombre desaparece en pocos meses y Marcos no vuelve a la civilización, si no que se queda en plena sierra, a vivir una vida rodeado de lobos y la naturaleza.

Comenzó viviendo en una pequeña choza, pero más tarde pasa a vivir en una cueva que encuentra, donde se alimentaba de la carne cruda que cazaba con sus propias manos.
Más adelante termina estableciendo una relación con los lobos de la sierra, ellos le aceptan como uno más y el aprende a ser uno mas de la manada. Nada más cazar Marcos aullaba y los lobos acudían y poco a poco le acompañaban donde iba.
“Si yo lloraba se tiraban a mí dando saltos y me cogían los brazos con la boca hasta que yo reía; luego, me señalaban el camino hasta la cueva de ellos, la lobera”. En el documental se le puede ver jugando con los lobos y comunicandose con ellos.
Hasta que 12 años más tarde, la historia de Marcos torna a su fin, la Guardia Civil le encontró con el cabello por la cintura y cubierto con pieles de venado, con su piel morena de la exposición al sol y estaba cubierta de cicatrices. Sus pies estaban llenas de callos de andar descalzo, y no tenía apenas vocabulario, ni sabía articularlo.
Le llevaron a casa de un cura donde lo bañaron, le enseñaron a usar los cubiertos para comer y El sacerdote decidió entregarlo a unas monjas en Madrid, que se hicieron cargo de él y le aplicaron un artilugio fabricado con dos tablas para corregir la desviación de columna que presentaba después de tantos años caminando encorvado.
Hoy en día Marcos intenta vivir una vida normal, pero su inocencia lo ha llevado por innumerables destinos en busca de trabajo, y cuando lo conseguía era condiciones precarias y muchas veces sin que le pagasen. Aún sigue sin comprender muchas cosas, pero ahora solo pierde el control cuando ve a alguien maltratar a un animal.
Vive en un pequeño pueblo de Orense, donde fue contratado como casero de un cortijo y ´ha realizado una película contando su historia, dirigida por Gerardo Olivares.

Marcos habla de su vida en la sierra como el momento más feliz de su vida y afirma que el ahora sería feliz si supiera moverse por el mundo que le rodea o si tuviera una mujer y sus propios hijos. El había encontrado en los lobos esa familia que nunca había tenido, los lobos habían dado por el lo que sus padres no le dieron en su inexistente infancia. En el documental se presenta un hombre mayor, pero con una inocencia de un niño pequeño y aunque se muestra su deseo por aprender y formar parte de esta sociedad, yo no pienso que sea Marcos el que tiene que aprender de los hombres de hoy en día, si no que el mundo debería de aprender de personas como Marcos.

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