viernes, 11 de mayo de 2012

Delfines en la costa de Gijón

San Lorenzo fue ayer, día 10 de mayo, escenario de un acercamiento a la costa de un centenar de ejemplares de delfines mulares y comúnes. El primer avistamiento se produjo en el Musel. Por el puerto entró un grupo de mulares, posiblemente atraído por una corriente cálida de agua, cargada de nutrientes, microorganismos, peces pequeños como el bocarte y otros elementos de la dieta del Delfín. De ahí se trasladaron hacia el Arbeyal y de esa zona no tardaron mucho en irse hacia Poniente. Pero no pasaron mucho tiempo allí, pronto decidieron ir rumbo a San Lorenzo, donde a tan solo veinte metros de la arena de vio a alguno de ellos, sobre todo en el Rinconín, donde nadaron solo a un metro de agua. Y es frente a la playa donde se produjo el extraordinario hecho de que convivieran por unas horas delfines mularescon comunes en un espacio tan reducido, sin que se produjera problema alguno entre ellos.
Ya se le estaba buscando la pista a un mular que fue avistado el sabado herdido junto a las costas gijonesas. Las heridas estaban provocadas por otros congéneres, probablemente pertenecientes a otro grupo o que posiblemente hubiera sido rechazado. Hay que tener en cuenta que los mulares son muy prepotentes y con una actividad sexual tremenda, si ven amenazadas a sus hembras no dudan en atacar. Pero el hecho de que no haya sido visto más quiere decir que se ha alejado, y es una buena señal.
Respecto a los otros grupos, comieron y se fueron mas a dentro. Pero los científicos están seguros de que volverán, sobre todo los mulares, ya que sienten una enorme atracción y suelen estimularse con la algarabía y el chapoteo de la gente en verano. Además, hay que tener en cuenta que son animales que no suponen ningún peligro para los humanos.

jueves, 10 de mayo de 2012

Leiva

José Miguel Conejo Torres, conocido como Leiva, (Madrid, 30 de abril de 1980) es un músico y cantante español, además de compositor.
De niño tenía decidido dedicarse al fútbol, y ahí se ganó el mote, pues al parecer a su entorno le recordaba al internacional brasileño Leivinha, quién vivió momentos de gloria a mediados de los setenta como jugador del Atlético de Madrid. Sin embargo fue finalmente la música su verdadera vocación. Comenzó su carrera musical  en Malahierva, ocupando el puesto de batería, pero más tarde se juntará con dos vecinos de su barrio en Madrid, Rubén Pozo y Tuli. Los tres musicos deciden hacer un grupo de versiones de Leño, así en 1999 y nacía Pereza.
La historia discográfica de Pereza empieza en el 2001 con un primer disco, Pereza, al que seguiría al año siguiente, ya reconvertidos en dúo, Algo para cantar, donde Leiva comienza a darle filo a su cuchillo compositor (el primer aviso fue “Pienso en aquella tarde”). El salto de trampolín de Pereza se produciría con Animales (05) y el pelotazo en listas que supusieron composiciones de Leiva como “Princesas” y “Todo”, el trabajo, que sobrepasó con creces el Disco de Oro, les colocó en la órbita de los grandes del panorama pop español, como quedaría corroborado en Amigos de los Animales (06) donde cantan sus temas con gente como Amaral, Deluxe, Quique González, Enrique Bumbury, Carlos Tarque, Christina Rossenvigne o Coque Malla.
Después llegarían dos discos con los que seguir haciendo surf en la cresta de la ola: Aproximaciones (07) conquistó diales y corazones con tal eficiencia que llenaron Las Ventas y llegaron al Disco de Platino, buena parte de la culpa la tuvieron singles de Leiva tan deslumbrantes como “Estrella polar”. En el disco por cierto colaboró el ex Rolling Stone, Mick Taylor, que aportó su sabia telecaster en las canciones “Superhermanas” y “Grupis”. Aviones (09) supuso la confirmación de Pereza como un valor seguro y de Leiva como personalísimo creador de canciones. También su “Lady Madrid” fue la diana del disco, aunque poso fuerte dejaron también otras suyas como “Amelie” o “Llévame al balie”.

También cultiva la composición para otros artistas, creando canciones para Iván Ferreiro, Quique González e incluso Joaquín Sabina, para quién compone, arregla, canta y produce un par de temas de su disco Vinagre y rosas (2009) (su canción “Tiramisú de limón” fue elegida como primer single del disco por el propio Sabina). Además, para el musical Más de 100 mentiras, basado en la obra del genio de Úbeda, Leiva arregla y produce otros dos temas. Otro affaire interésate resulta el perpetrado junto el escritor Benjamín Prado, para quién música poemas en enjundiosas veladas de spoken-words. El cine también le reclama como compositor y en el 2010 el director Achero Mañas le encarga la banda sonora de Todo lo que tú quieras.
En Diciembre de 2010 Pereza despidió su gira Aviones con un reventón en el Pabellón de Deportes del Madrid. Tras unos meses de descanso, Leiva y Rubén hicieron pública la noticia de que su siguiente paso sería un disco en solitario cada uno, pero sin separar Pereza ni renunciar a dar algún concierto especial. Dicho plan culmina por parte de Leiva con la edición de Diciembre (2012), lógica y mágica evolución de todo lo aprendido en Aviones, que continúa la senda de investigación y buceo por el timbre setentero del muro de guitarras de doce cuerdas y los sólidos arreglos de viento.




Tsunamis

Un tsunami es una serie de olas procedentes del océano que envía grandes oleadas de agua que, en ocasiones, alcanzan alturas de 30,5 metros, hacia el interior. Estos muros de agua pueden causar una destrucción generalizada cuando golpean la costa. Estas enormes olas son causadas normalmente por grandes terremotos submarinos en los bordes de la placa tectónica. Cuando el suelo del océano en un borde de la placa se eleva o desciende de repente, desplaza el agua que hay sobre él y la lanza en forma de olas ondulantes que se convertirán en un tsunami.
La mayoría de los tsunamis, aproximadamente un 80%, se producen en el Océano Pacífico, en el Cinturón de Fuego, un área geológicamente activa donde los movimientos tectónicos hacen que los volcanes y terremotos sean habituales.
Los tsunamis también pueden estar causados por deslizamientos de tierra subterráneos o erupciones volcánicas. Recorren el mar a unos 805 kilómetros por hora, tan rápido como un avión a propulsión. A ese ritmo pueden cruzar la extensión del Océano Pacífico en menos de un día. Y sus grandes longitudes de onda implican que pierden muy poca energía por el camino.
En un océano profundo, las olas de los tsunamis pueden parecer de solo unos centímetros. Sin embargo, conforme se aproximan a la costa y entran en aguas menos profundas, se ralentizan y comienzan a crecer en energía y altura. Las partes altas de las olas se mueven más rápido que sus bases lo que causa que se eleven precipitadamente. Normalmente la parte baja, la que se encuentra bajo la cresta de la ola, llega a la costa primero. Cuando esto sucede, se produce un vacío que succiona el agua hacia el mar y deja expuestos el puerto y el suelo. Esta retracción del agua es una señal de alerta importante de un tsunami porque la cresta de la ola y su enorme volumen de agua normalmente golpean la costa unos cinco minutos después, por lo que reconocer este fenómeno puede salvar vidas.
Los tsunamis habitualmente se componen de una serie de olas, llamadas tren de olas, por lo que su fuerza destructiva puede estar compuesta de olas sucesivas que alcanzan la costa. La gente que experimenta un tsunami a menudo recuerda que el peligro puede no haber pasado con la primera ola y que se debería esperar a que se anuncie oficialmente que es seguro volver a las zonas vulnerables. Algunos tsunamis no aparecen en la costa como olas rompedoras masivas sino que parecen una ola que emerge rápidamente e inunda las áreas de la costa.
La mejor defensa contra un tsunami es la alerta temprana que permite a la gente buscar un terreno más elevado. El Sistema de Alerta de Tsunamis en el Pacífico, una coalición de 26 naciones con sede en Hawai, mantiene un equipo sísmico web y medidores del nivel del agua para identificar tsunamis en el mar. Se han propuesto sistemas similares para proteger las áreas costeras en todo el mundo.
Uno de los más recientes es ocurrido en las costas de Indonesia, India, y Sumatra en 2004 que podría considerarse  el tsunami más destructivo de la historia  Un sismo de 9.1-9.3 grados, el tercero de mayor magnitud registrado. Once países sufrieron los estragos del tsunami, entre ellos India, Indonesia, Tailandia, y Sri Lanka, y el saldo final fue de más de 230,000 muertes.