viernes, 23 de septiembre de 2011

La animación en España.

La idea de recrear la ilusión del movimiento con una serie de dibujos es más antigua que el nacimiento del cine.
El primer intento que se conoce de una animación mediante la proyección de imágenes data de 1640, cuando el alemán Athanasius Kircher inventó el primer proyector de imágenes, la «linterna mágica», en la que, mediante grabados en cristales, era capaz de proyectar diferentes fases consecutivas del movimiento, cambiando los cristales de forma mecánica. En una de sus proyecciones representaba a un hombre mientras dormía, abriendo y cerrando la boca

Pioneros del cine de animacion español.

José Luis y Santiago son los hermanos Moro, un par de madrileños que hace más de 65 años se embarcaron en el mundo de los dibujos animados. Entre trazo y trazo, esta pareja llegó a convertirse en el buque insignia de la animación en España. La ‘Ruperta’ de ‘Un, dos, tres’, la familia Telerín o los personajes de la película ‘Marcelino, pan y vino’ son algunas de las creaciones de los Moro.

Los primeros pinitos de estos hermanos arrancaron en Madrid, cuando José Luis y Santiago quedaron huérfanos y tuvieron que ganarse la vida por sí solos.  Santiago era la cabeza pensante y Luis la mano que daba vida al lápiz.
Aprovechando el escenario que presidía la sociedad española del momento, la Guerra Civil (1936-1939), los hermanos decidieron fabricar juguetes –aviones, tanques y soldados de madera– para venderlos en los bazares de Madrid. De esta manera, los Moro salieron adelante.

En 1964, los hermanos Moro fueron agasajados con el Premio Popularidad de televisión por el corto Vamos a la cama, de la familia Telerín. En 1996, recibieron la Medalla de Oro por su trabajo en el campo de los efectos especiales; obtuvieron tres palmas de oro en el Festival de Cannes; el Premio al Mejor Cine Publicitario, en Venecia; y el premio a toda una vida dedicada a la animación, en Roma, este año.



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